Más fuerte que la sangre

Querida hermana:

Mi querida, queridísima Va. Pronto habrán pasado tres años desde el día que desembarqué en Hidden Hope y seis desde la última vez que te vi. Ya te hablé en cartas anteriores de mi vida aquí. Aunque ni siquiera pudiera conocer con certeza si éstas llegan a tus manos, lamentablemente, sé que así es.

Hacía ya mucho tiempo que no te escribía, mi amada Va, y había pensado en desistir. Quizás ese fuese tu objetivo, hermana, por algún motivo que no alcanzo a conocer. Pero me temo que no puedo renegar de ti, y que he de volver ahora a escribirte puesto que hay algo realmente importante que debo comunicarte.

Desde el momento en que nos separamos, aquel mediodía en la costa, muchas cosas han cambiado. No era yo más que una niña de doce años escasos, asomada a la cubierta del barco, sola entre marineros, a punto de separarme de nuestro hogar. De ti, mi única familia. Bien es cierto que no he vuelto a tener noticia tuya y que nada se de ti ni de tu vida. Pero continúas siendo sangre de mi sangre, mi parentela; mi hermana. Por eso te escribo.

Me caso, Va.

Vine como una inmigrante más, una niña sin hogar, sin un lugar a donde ir. Aquí llegué para encontrarme con aquella pareja de ancianos, su viuda hija y su joven nieto. Ellos, junto con Mark, fueron los primeros en vivir aquí. Poco después llegaron los demás habitantes; comerciantes, transportistas, tenderos. Pequeñas familias, mis amigos y vecinos, en busca de un lugar nuevo, un futuro mejor. Queriendo comenzar una nueva vida. Y yo.


Comentarios

Publicar un comentario